Federico Sequeda, uno de los 'cerebros fugados' que regresó
ESTE SANANDRESEÑO HIJO DE UN CARPINTERO Y DE UNA MAESTRA DE ESCUELA.
En 1996 fue catalogado como uno de los diez mejores investigadores del mundo. Pero vivió días de apremio cuando, a pesar de sus títulos, no encontraba trabajo.
?Para hacer que un gran sueño se convierta en realidad, primero se debe tener un gran sueño?, es el mensaje que se lee en la puerta de acceso al Centro de Investigación de Materiales de la Universidad del Valle, en donde hace seis años el científico Federico Sequeda se dedica a la investigación aplicada, con el objetode ser un soporte a las necesidades tecnológicas de la industria colombiana.
En la Universidad del Valle, en donde hace seis años el científico Federico Sequeda se dedica a la investigación aplicada, con el objeto de ser un soporte de las necesidades tecnológicas de la industria colombiana.
Este santandereano de 53 años, que en 1996 fue escogido por la American Vacuum Society Fellow como uno de los diez mejores investigadores del mundo - en el área de materiales de película delgada y sus aplicaciones en almacenamiento magnético- no dudó en aceptar la propuesta de Colciencias para aplicar su conocimiento en el país.
?Desde que salí de Colombia pensé en regresar. Aquí hay muchas cosas por hacer?, dice el científico Sequeda, uno de los primeros investigadores en acogerse al plan de Colciencias para que los cerebros fugados retornaran.
Tras graduarse como ingeniero metalúrgico de la Universidad de Santander, viajó a Estados Unidos, en donde, mediante becas, hizo una maestría en Missouri y un Ph.D. en ciencia de los materiales, en la Universidad de Illinois.
Pero al regresar a Colombia, de nada valieron los títulos porque no consiguió puesto. Entonces, regresó a Estados Unidos. Allí se convirtió en director del departamento de investigaciones y materiales de IBM, trabajó 14 años en investigación en alta tecnología de materiales y en tecnología y almacenamiento magneto-óptico.
Luego, en Conner Seagate, se encargó de la investigación y tecnología de la fabricación de discos duros. Además, apoyó la instalación de la fábrica de discos duros más grande del mundo, en Singapur. Por eso, a Sequeda se le conoce como el ?duro? del disco duro.
En 1996, cuando se convirtió en ?Fellow de la sociedad científica?, uno de los más grandes honores de ese gremio, decidió que era el momento de regresar a Colombia. ?En Estados Unidos ya hice lo que pude.
Ahora llegó el momento de aplicar ese conocimiento en Colombia?, dice. Lo había planeado años atrás y contaba con la complicidad de su esposa.
Ambos soñaban que sus hijos, Juan Federico y Federico César, conocieran y vivieran la cultura colombiana. ?Estamos orgullosos de ser colombianos. No importa cuántas dificultades haya, siempre será el mejor país?, dice Sequeda, quien permanentemente es invitado para dictar conferencias en todo el mundo.
Su sueño era implementar un plan de investigación, que hace seis años cristalizó en la Universidad del Valle, con el apoyo de Colciencias. ?Mi propósito es que Colombia tenga un centro de investigaciones y de producción de materiales para que la industria pueda suplir sus necesidades?, afirma.
Cuando llegó, sabía que montar el taller le llevaría dos años, a pesar de que en los laboratorios de Estados Unidos solo se necesitan 24 horas para contar con el material necesario.
?La industria no ha entendido que los avances tecnológicos solo se logran si le dan importancia a la investigación universitaria?, dice el científico.
Sin embargo, poco a poco, el ingeniero ha empezado a ver los frutos. Con una inversión de 2.500 millones de pesos, Colciencias y la Universidad del Valle lograron la dotación de un laboratorio de alta tecnología, que bien podría compararse con el de una universidad estadounidense.
Antes de finalizar este mes, el más moderno taller para desarrollar y fabricar recubrimientos duros y superduros, que permitan alargar la vida de algunas piezas industriales, estará oficialmente en operación.
Mientras tanto, en una pequeña oficina -rodeado de mensajes positivos, que él mismo escribe- se gestan, analizan y discuten propuestas para mejorar los procesos industriales, muchas de las cuales ya han empezado a ser aplicadas en algunas empresas vallecaucanas.
Actualmente trabaja con Propal, en la protección de piezas mecánicas con recubrimientos superduros para evitar el desgaste en la producción de papel.
?Es mucho lo que se puede hacer para que la industria ahorre costos en la reposición de piezas. Sin embargo, esto solo se logra si se apoya la investigación?, insiste Sequeda.
En el Centro de Investigaciones, en la ciudadela de Univalle, en el sur de Cali, interactúan más de 20 personas, en tres grupos.
Sequeda dirige el primero, encargado de recubrimientos duros, películas delgadas y aplicaciones industriales. Los otros grupos se dedican a la investigación en electroquímica y óptica cuántica.
?No importa cuánto tiempo se invierta, las ideas nunca paran?, dice con una amplia sonrisa.
Y aunque reconoce que la falta de apoyo hace las cosas más difíciles, sueña con un país en el que universidad y gobierno vayan de la mano en busca de desarrollo.
Por eso, antes de atravesar la puerta de su laboratorio dice: ?Quiero pensar que algún día no sea necesario hacer lobby para que las empresas donen recursos que finalmente las beneficiarán. Que los investigadores tengan el suficiente apoyo para que no tengan que buscar otras actividades para ver cómo pagan arriendo y servicios y levantan un hogar?.